In your face

Lean:

Fuente: Filmbarin

No me parece una crítica del todo justa. Es cierto que la pela es simplista en ciertos momentos y que al final todo parece resumirse a "los buenos" versus "los terrucos", pero la cuestión no estan simple.
Hace unos días (antes de contraer la maldita fiebre que me ha mantenido encerrado en mi cuatro los útimos días) vi Roma ciudad abierta de Rosellini. No soy un gran fan del neorealismo italiano; nunca lo he sido, pero qué puedo decir: esta es una obra maestra.Fue filmada durante la ocupación nazi en Italia, con todas las limitaciones y dificultades del caso. Ni villanos ni héroes -nunca del todo-: personas de la calle, reconocibles y cotidianas, interactúan en una comedia humana de la incertidumbre. Como mucho neorealismo, coquetea con el melodrama, pero opta sensatamente por el decoro.
No hay pues ni dimensión épica ni gran presupuesto, ni siquiera actores profesionales. Y sin embargo Rosellini hace de todo esto no defectos sino posibilidades. Si como espectadores aceptamos el eventual descuido técnico y el no academicismo actoral -licencias para entrar a la apuesta del director-, la cinta fluye perfectamente. Nos atrapa.
Toda historia tiene sus condiciones: como espectadores, las aceptamos, negociamos con ellas. Así, aceptamos que un musical los protagonistas empiecen a cantar, que en el cine noir, la femme fatale carezca por completo de alma y que en un western, el protagonista sea prácticamente invencible.
Sin embargo, nunca he sido del todo capaz de tranzar con las condiciones del neorealismo italiano. Nunca entendí bien por qué. Ensayo ahora una respuesta, tonta y del momento, digna de un blog. Entiendo el drama -y muchas veces tragedia- al que se enfrentan los personajes, pero nunca empatizo del todo con ellos. Por ejemplo, el Ladrón de bicicletas. Entiendo su lugar capital en la historia del cine, estoy seguro que dicha película es brillante, pero a un nivel personal, no me tocó.
Quizás yo, por motivos ya de personalidad, necesito tener el aspecto visual, simbólico, musical... ahí presente, gritándome en la cara, para ser conmovido por la historia.
¿Por qué sí me tocó Roma ciudad abierta? Sospecho que fue por Anna Magnani.
Ana Magnani

A pesar de no haber grandes elementos técnicos ni efectistas -que, aceptémosolo, son las que mejor me atrapan-, Ana Maganani es todo lo que una película necesita para ser poderosa. Su presencia llena cada fotograma, no del hedonismo de otras grandes actrices italianas, sino con un tremendo calor y energía que en pocas actrices he visto. Ana Maganani es de esas actrices que con un segundo en pantalla exhalan más vida que muchas personas de carne y hueso en la calle.

Acabo de descubrir que soy un espectador hedonista. Me gustan las imágenes bellas (u horribles), los diálogos bonitos (o crueles), en fin, el efectismo. Incluso en el cine de Rohmer, completamente divorciado de efectos espectaculares y elucubrados argumentos, esel preciosismo de sus imágenes y de sus diálogos (para muchos amigos, interminables), lo que hace de sus pelas de mis preferidas.
Soy un hedonista (una vez más, peco de akrasía -el incontinente me dicen-). Y sin embargo, nada es tan blanco ni negro. También antes de enfermar vi The Pillow Book de Peter Greenaway. Este director es conocido por sus a veces exagerados experimentos visuales. La pela en efecto tiene bellísimas imágenes que aportar, pero para los que la han visto, es obvio que DEMASIADAS imágenes pueden ser DEMASIADO a veces. (Sin embargo, coincido con Ese Landolt en que puede haber otras pelas buenas del mismo director. Estoy impaciente porque una amiga me preste Zoo).

¿Neorealismo lorcho? ¿La protagonista de Pillow Book? ¿Katia? Ni yo entiendo esta foto.

En fin, ni lo uno ni lo otro. Ni pura historia sin belleza, ni pura belleza sin historia. En
Dark Knight, Nolan quiso explorar la línea entre bien y mal, entre héroe y terrorista (ambos megalómanos). Para mí, algo nunca me terminó de cuajar en su exploración, pero dado que asumí la escala heroica -épica-, todo esto se perdona; no es neo-neorrealismo con lo que nos las vemos aquí, sino con una historia de héroes y villanos. Y eso está bien. Es la dimensión del comiclo que le da ese encanto, lo que la hizo atractiva y lo que le permite concesiones. Todo bien hasta ahí.
Joker, en tiempos más simples

Pero hace poco vi Batman Begins del mismo Nolan y no sentí el mismo agrado. Nolan se esfuerza en "hacer reales" a sus personajes, como si no nos estuviera vendiendo una película de superhéroes sino Arma Mortal 4. Yo creo que hacer eso de manera exagerada es un error. No tiene por qué haber una "seria y minuciosa" explicación de su entorno, porque eso está más allá de la esfera -del feeling- comic. Espero que esa no haya sido la intención de Nolan con Begins y mucho menos con Dark Knight o con las que vengan luego. Está bien que haga aterrizar a Batman (luego de las lamentables adaptaciones de los noventas), pero hacerla "real" y "seria" le quita su encanto, y también el derecho a concesiones que como espectadores le debemos a las películas de superhéroes. Si quieres hacer una película "seria" sobre corrupción, sería más consecuente poner una cámara dentro del congreso.
Creo que Nolan se la toma menos "en serio" en Dark Knight, y justamente eso la hace funcionar mejor -a mi parecer- que Begins, pero eso es ya un tema de gustos. Bajo esos términos épicos, la oposición héroe-villano tiene más sentido y funciona mejor. Por eso creo que es injusto que se la acuse de "simplista" si no fue su intención ser del todo realista para empezar.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Y sin embargo, sigo sosteniendo que Batman Begins es una mejor película que The Dark Knight, y es justamente su realismo la que revitaliza la serie por completo.

Es verdad que la búsqueda de ese realismo ocasiona algunos desaciertos, pero me parece justamente que estos no opacan el trabajo en conjunto. Al haber tenido el inmenso placer de haberla visto con algunos miembros de este blog, me queda la impresión que una fuerte predisposición ocasionó que este limitado número de desaciertos incrementara su efecto exponencialmente. Me parece que algo similar podría pasar con cualquier otra película, si existe ya cierta actitud entre el público.

Y hablar de películas de superhéroes me confunde, la verdad, cuando tenemos que superman de los 70, batman de los 80 y spiderman del 2000 difieren tanto, y más aún si es que usamos ese "género" para limitar las aspiraciones de una película.

saludos desde arequipa.