¿Era Aristóteles un kantiano (al igual que yo)?

Le estoy entrando con todo a la Ética Nicomáquea, y mientras más la leo, más me sorprende, como es el caso de este pasaje del cuarto capítulo del libro segundo [1105a 25-34] del cual me percaté recién hoy. Veamos.

Además, no son semejantes el caso de las artes y el de las virtudes, pues las cosas producidas por las artes tienen su bien en sí mismas; basta, en efecto, que, una vez realizadas, tengan ciertas condiciones; en cambio, las acciones de acuerdo con las virtudes, no están hechas justa o sobriamente si ellas mismas son de cierta manera, sino si también el que las hace está en cierta disposición al hacerlas, es decir, en primer lugar, si sabe lo que hace; luego, si las elige, y las elige por ellas mismas; y, en tercer lugar, si las hace con firmeza e inquebrantablemente.

Parecería, pues, que la moral trasciende la acción misma, y pasa a colocarse en el terreno de la intención subjetiva. No digo más.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

En efecto, para Aristóteles, la moral trasciende a los hombres, en la medida en que la moral oye un lógos, una razón: de ahí que haya virtudes dianoiéticas con racionalidad. Así también la ciencia física trascinde al hombre, en tanto esta también oye a un lógos que trasciende a los hombres. La moral y la ciencia tienen distinta naturaleza: la primera empieza en los objetos mismos, la segunda en los hombres. Son distintas, PERO la moral para Aristóteles sí guarda una forma de racionalidad: ahí es donde entra la deliberación y la elección como deseo deliberado.
Esto no es del todo igual a lo que propone Kant, quien demarcó tres territorios de investigación. De la moral no hay hechos: hay imperativos. Esa es creo una distinción clave.
Como el mundo es contingente, también las deliberaciones son más contingetes que la ciencia o que un impertativo catgórico.
Además, Aristóteles no ve tan claramente el tema del libre albderío, el respeto y la responsablidad para con otras culturas, en tanto la misión del hombre es mas bien oír un lógos trascendental. No podríamos pedirle eso en una época previa al giro coernicano.

Zimmerman dijo...

es que mira, al ser tan abstracto el imperativo categórico en kant, requiere naturalmente una especie de phrónesis para aplicarlo en los distintos casos particulares, y eso lo hace igual de contingente (en el sentido aplicado en la situación particular).

y la distinción de imperativos y hechos morales, no sé, no me termina de convencer en el caso de aristóteles, al menos, puesto que si es el logos el que determina ya que una acción sea buena o mala, pero esta acción para ser verdaderamente buena tiene que ir acompañada de cierta disposición subjetiva, entonces lo bueno en el "hecho" se encuentra tanto en la acción, pero a la vez en una disposición que es determinada por el logos.

entonces, qué es lo verdaderamente bueno? la acción? la disposición? el logos? todas a la vez y por igual? algunas más que otras?

preguntas problemáticas, sin duda, pero el parecido con kant, que finalmente no deja de ser más que un parecido, obviamente, es la "operación" de una acción moral termina siendo muy parecida.

o sea, en kant, efectúas una acción en virtud del imperativo categórico, y digamos que la moral se queda en ese "en virtud del imperativo categórico", pero obviamente de ahí deviene una acción en el mundo que es a la vez contingente. pero TIENE que haber una deliberación sobre la situación concreta que nos permita aplicar el principio moral, y finalmente, el principio se tiene que "disolver" en esta deliberación, si es que pretende verdaderamente ser aplicado.

en aristóteles, hay un equivalente al imperativo categórico, aunque no con ese nombre pomposo, pero éste vendría a ser el logos. aristóteles, en cambio, deja de lado explicitar cómo este logos o recta razón sirve de fundamento en su moral. no lo trata, pero sigue ahí. y luego, hace más bien énfasis en la phrónesis, ya en la deliberación con el principio disuelto sobre hechos concretos, y esto obviamente enfocado en los medios para conseguir determinado fin, que nos pone la virtud ética en virtud a su vez de una sabiduría superior que es el logos.

si te das cuenta, y si aplicásemos un ejemplo a cada caso, resultarían siendo lo mismo.

viva la máxima pragmatista!

Anónimo dijo...

Pueden sin duda conincidir en su aplicación práctica, pero eso ya es un tema de sentido común.
Lo que pasa es que el imperativo categórico, de ser tan abstracto, ya no es tan categórico.
Por otro lado, no olvides que la subjetividad y la autonomía de la voluntad es un tema moderno; en Aristóteles no está sino formándose. Reconocer el lógos es deliberación pero a la vez es reconocer un lógos que está más alto de los sujetos.

Zimmerman dijo...

mmm, no me refería a que coincidieran en su aplicación precisa, sino en su forma, más que nada.

sobre el imperativo categórico, es abstracto en el sentido que no versa sobre situaciones concretas, pero eso no le quita su claridad formal.

y sobre lo último, conceptualmente podrá haber una diferencia, pero hablando de la acción ética, como que no hace mucha diferencia si hablamos de un logos que está por encima del sujeto o en todos los sujetos por igual, y ya no por encima. de ahí mi mención al infame pragmatismo.

Anónimo dijo...

Interesante intercambio entre un realista interno y un monista anómalo acomodado.

Anónimo dijo...

la filosofía es una voz más dentro de la conversación de la humanidad...
Profesor Q

Anónimo dijo...

"No me hagas hablar sobre acomodado Sebastian Landolt Macher, porque ahi mi estimado, tú no sales ganando".
Nada, la filosofía es LA voz, y a quien diga lo contarario lo reto a un concurso de tequila shots.

Anónimo dijo...

Buen comienzo