Etapas del camino de la vida - I

En honor a la creación de mi nuevo blog (que sin embargo me temo no puedo compartir con la mayoría de ustedes, o sea, el vulgo), quisiera exponer un poco un aspecto bastante importante y esencial del pensamiento de Søren Kierkegaard. Me refiero a la división del "camino de la vida" que él hace en tres etapas. Por eso, inicio esta serie de entradas (serán finalmente dos o tres), muy introductorias, y que espero sirvan para ilustrar algo la cuestión y llevarlo a usted, lector bloguero, a sumergirse en la profundidad del pensamiento kierkegaardiano.

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En el ciclo 2007-1 llevé un curso que me introdujo al pensamiento del filósofo danés Søren Kierkegaard, y más precisamente, a tres etapas que conforman la existencia humana. Estas se darían de manera consecutiva (como un camino), aunque no necesariamente se alcanzarían todas en todos los individuos.


Se partiría, según Kierkegaard, de la etapa estética (en la que la mayoría de personas se encuentran y de la que nunca salen), seguida de la etapa ética, para finalmente llegar y terminar en la etapa religiosa.

La estapa estética, me parece, se entiende mejor al ver la ética, o sea, viendo lo que no es. Y la ética se caracteriza por el compromiso con la vida propia, con la existencia, pero esta atravezada, o mejor dicho, impregnada del universal, que la hace inteligible a las demás personas.

Ahora, lo que hay que entender es que este "estar impregnado" por un universal, que lo hace ético, no es tan sencillo como suena. Muchas personas siguen normas que son a la vez universalizables. En ese sentido, están siguiendo al universal, mas no lo llevan dentro de sí. Es muy parecido a lo que dice Kant sobre cómo la mayoría de acciones se dan de acuerdo al imperativo categórico, pero no parten de él, y en ese sentido, no son éticas. Por eso mismo es que la mayoría de las personas nunca alcanzan esta etapa.

Sin embargo, cabría añadir un par de cosas más en las que Kierkegaard hace énfasis, para no simplemente mostrar esta etapa ética como idéntica a la kantiana. Kierkegaard se preocupa, pues, por la importancia de la elección. Está claro que incluso durante un día, elegimos diferentes cosas, pero estas se quedan en la esfera estética. La elección que enfatiza Kierkegaard es un "elegirse a uno mismo", y no sometido a nada ajeno a él, sino con el universal que a interiorizado tanto que lo lleva dentro de sí y lo hace libre, le da seguridad. El caracter existencial de esta etapa queda entonces manifiesto de manera muy clara (sin aludir a que no esté presente en Kant).

Entonces, volviendo a la etapa estética, se podría decir que esta se da de diversos modos, y muy variados. Por ejemplo, podríamos tener a un Don Juan (ejemplo que usa el mismo Kierkegaard), que no se compromete con nada ni nadie; o podríamos tener a una persona que vive su vida sin jamás cuestionar, por ejemplo, por qué sigue las leyes, si casarse es bueno o no, etc. Y con esto no quiero decir que todas las personas que se encuentren en la etapa ética vayan a ser parecidas, pero la forma en que participan de dicha etapa sí es una sola.

Un excelente ejemplo del paso de la etapa estética a la ética lo tenemos en el personaje de Isak Borg, de la película "Fresas salvajes", de Ingmar Bergman. Para una explicación detallada, hice un ensayo hace ya un buen tiempo.

Y que baste esto, por el momento, para explicar estas primeras dos etapas.

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